¿A que temperatura debo poner mi aire acondicionado?

Esta es una cuestión que siempre surge a la hora de tomar el control remoto de nuestro equipo. Y aunque parece algo trivial, hay varias cuestiones involucradas:

•  - Quiero sentirme cómodo
•  - No  quisiera enfermarme
•  - No quiero gastar mucha electricidad (o sea, no quiero gastar mucho dinero)

Así que vamos a abordar este tema desde estos tres puntos.

Quiero sentirme cómodo: Desde luego, el aire acondicionado lo hemos puesto para eso. No ha sido porque no teníamos un cuadro que colgar en esa pared, ni porque queríamos un ventilador sofisticado. Y si de estar cómodo se trata, hay tres parámetros que intervienen en el confort térmico de una persona: La humedad, la temperatura y la velocidad del aire.

Según varios estudios, en verano el confort se logra en torno a los 25ºC, con una humedad relativa de alrededor del 50% y una velocidad de aire de 1 metro/segundo, o sea una brisa muy suave

Ya que en la mayoría de los acondicionadores solo puedo definir una temperatura y la velocidad de la ventilación, diremos que priorizando el confort, pondremos el aire en 25 ºC y velocidad media.

Pero no olvidemos el siguiente punto:

No  quisiera enfermarme: Es sabido que si estamos en un ambiente muy frío y salimos de golpe al calor (o al revés), podemos enfermarnos. Así que deberíamos considerar la temperatura exterior para no tener un salto térmico exagerado en el interior.

Por ejemplo, si afuera hacen 38ºC, como ha sido la última semana en Mendoza, y en nuestra casa tenemos 20ºC, tenemos un salto de 18ºC, estamos hablando de una diferencia muy grande. Muy probablemente si alguien tiene que entrar y salir varias veces en esas condiciones, termine enfermándose.

Además, el aire muy frío, sumándose a que los acondicionadores secan el aire del ambiente, favorece las enfermedades respiratorias.

Así que se recomienda por este factor, que el salto térmico no sea tan alto. Entre 24 y 26 grados sería lo aconsejable.

Ademas, como dijimos, el aire acondicionado seca el aire del ambiente. Para evitar este problema, y mas en una zona de por si seca como Mendoza, existen unos artefactos llamados bombas evaporadoras, que devuelven al ambiente la humedad que quita el acondicionador. (Si querés saber cuánto está secando el equipo el aire interior de tu casa, fijate cuánta agua tira por la manguera de drenaje que suele quedar para afuera)

No quiero gastar mucho dinero: Es una escena muy común el llevarse las manos a la cabeza cuando llega la factura de la luz en épocas de verano. Y el principal culpable no es otro que nuestro aire acondicionado.

Así que teniendo en cuenta esto, diremos que mientras mas alto programemos el termostato de nuestro equipo, menos energía gastaremos. Así que si con 26 grados nos sentimos a gusto, gastaremos bastante menos que si lo ponemos a 20ºC

También hay que decir que los equipos mas modernos utilizan un refrigerante llamado R410A, al que también se le llama gas ecológico, ya que no daña la capa de ozono (aunque si contribuye al efecto invernadero) Los equipos con este refrigerante pueden consumir hasta un 20% menos de energía. Además los equipos se clasifican por su eficiencia energética, con letras de la A (mas eficiente) a la G (menos eficiente) Un equipo clase A brindará el mismo resultado consumiendo menos energía que uno clase G.

Un detalle a tener en cuenta: A veces, lo barato sale caro. Si adquiero un equipo chico para ponerlo en un salón grande “porque es mas barato”, gastaré mucha mas energía eléctrica que si el equipo hubiera sido del tamaño adecuado para el ambiente. Además el motocompresor trabajará más de lo recomendable y por ende reduciré la vida útil del artefacto. A la larga (quizás antes de lo que pienso) habré gastado mucho mas dinero que si hubiera comprado el aire acondicionado adecuado a mis necesidades. Para saber qué me conviene, debo recurrir a un profesional.

También ahorraré energía si presto atención a la aislación del ambiente: Cortinas gruesas (aconsejable las de tipo Black Out), vidrios dobles y/o espejados, persianas exteriores, puertas gruesas y con burletes, aleros o medias sombras exteriores van a contribuir mucho a la aislación. Por supuesto un buen árbol siempre es muy bienvenido.

Igualmente no hay que aislar tanto el ambiente que no permita que el aire se renueve. Así que debe estar aislado, pero no sellado.

Resumiendo: Lo ideal es tener un equipo adecuado al ambiente, con la mejor eficiencia energética posible, el ambiente bien aislado y el termostato en unos 25 o 26 ºC.

 

Feliz verano!
Jorge Escalante
Técnico de Termoconfort